Un pangrama es un recurso utilizado por diseñadores de tipos para visualizar una fuente tipográfica, también se llama frase holoalfabética. Se trata de un texto que emplea todas las letras posibles del alfabeto de una lengua, tratando de construir una frase lo más corta posible. Permite al diseñador comprobar todos los caracteres disponibles de una fuente. También es muy útil para las prácticas de mecanografía, puesto que se usan todas las teclas.
Os sonará el pangrama que utiliza Windows para sus fuentes y su equivalente en español:

Cada idioma tiene su pangrama más popular puesto que los caracteres que cubren cada lengua son distintos. Una principal diferencia entre las diferentes lenguas de escritura latina son letras con diacríticos. En español la frase en cuestión debe contener la «ñ», en catalán no puede faltar la «ç» y el alemán cuenta con diéresis en la mayoría de sus vocales así como la «ß». Aunque también se utilizan pangramas alemanes que no cubren estos requisitos.

Un pangrama ideal debería ser lo más corto posible y mantener a la vez cierta coherencia en el significado de su frase. En este sentido el «quick brown fox» del inglés se ha convertido ya en todo un clásico por ser corto, usar todas las letras del alfabeto inglés y ser fácil de memorizar.

Estamos acostumbrados a ver estas curiosas frases en los previsualizadores de fuentes de las diferentes fundiciones. Y así los pangramas se han convertido en todo un clásico de la cultura popular del mundillo (tipo)gráfico. Tanto que el estudio de arquitectura y diseño brasileño ps.2 sacó una edición limitada de juego memory tipográfico para autopromocionarse que bautizaron con el nombre del conocido pangrama.

El zorro veloz y el perro perezos son ya todo un icono de las frases holoalfabéticas que abundan en la red con un sinfín de interpretaciones artísticas.

Piezas realizadas por Ferly ‘Peyi’ Novriadi / ilustración: Jeremy; Frau Annika; Levi Szekers
Y hay incluso quien reivindica que el pobre zorro ya debe estar cansado de saltar tanto siempre sobre el mismo perro vago. Así que el zorro se ha tomado la libertad de modificar un poco el pangrama con esta simpática serigrafía como resultado. O hay quien sugiere que ya le toca al perro.
Obviar la mera función práctica de estas frases y pasar a interpretarlas de forma literal resulta muy divertido. Ilustraciones e interpretaciones humorísticas de este tipo abundan en la red. Nestor F le da continuidad a sus historias con cómicas viñetas:

Sin duda, nuestro proyecto preferido en esta línea es la tesina de Ina Hattenhauer. Primero creó 30 nuevos pangramas en alemán para posteriormente ilustrarlos en un simpático y divertido libro.

Es todo un reto intentar componer uno con el mínimo de caracteres posibles. Hay incluso quien hace poesía pangramísticas. Sea como fuere, su resultado siempre tiene un toque cómico, curioso o al menos excéntrico. ¿Quieres intentarlo?